domingo, 3 de julio de 2011

El diario de un amor Lacerante

El diario de un amor Lacerante

Y dolida, en un mundo de soledad, vivía con el peor de mis enemigos, una persona con sentimientos corruptos, una mente desagradable, y un cuerpo y alma encendidos por el fuego del delito.
No se por que cada noche el llegaba con una nueva misión, el de golpearme sin parar.
Recuerdo solo gritar y gritar inútilmente. Gritaba con un poderío inigualable que ninguno de ustedes pudiese imaginar, dentro de mis entrañas deseaba que el parara por un instante.
Por favor no hagas esto! – Gritaba como si fuese el último día que hubiese vivido
El no paraba, yo seguía suplicando, entre sollozos, enojo y tristeza y el solo seguía.
Por que lo haces? – dije sollozando.
El se detuvo y me miro bruscamente a los ojos.
Entonces me dijo:
-Para que crees que me sirves, eres la persona que mas amo.
Y me abrazo como si fuera ayer el día en que nos conocimos.
Me suplico que lo perdonara, y me dijo que cambiaria, pero siempre era la misma noche, una noche donde las promesas eran importantes y al siguiente día eran como si nunca hubiesen existido.
Yo lo perdone y no tuve remedio, yo en verdad lo amaba, estaba segura de que por el daría la vida entera, daría tantas cosas por luchar por nuestro amor.

Nunca volverá a pasar esto, te lo prometo- dijo el con una cara de ternura.
Yo creí de nuevo, siempre perdone sus peores cosas entre ellas, que me golpeara y que me fuese infiel.
Una noche como las tantas que pase inerte toda mi vida, el no se detuvo, tomándome por el cuello apretó fuertemente, yo sentía que moría, no podía respirar, poco a poco mi corazón empezó a dejar de latir.
Las únicas palabras de ese maldito fuesen

-Esto jamás volverá a pasar mi amor, sabes que te amo.

Me soltó del cuello, me abrazo y en ese momento expire.


Esta es la vida cotidiana de un amor incapaz de respetarse y ser uno mismo, es un amor parecido al que muchos sentimos.
Dicen que el amor duele, yo más bien creo que duele el tener que subsistir de una persona con tan pocos valores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario